Retratos

A decir la verdad, los retratos son lo que me apasiona. Me encanta centrarme en cada persona y captar su esencia, su luz. Si se trata de niños, siempre aviso a los padres que tendrán que dejarse llevar, no limitar a los peques, permitirles ser como son, nada de “sonríe!”, “no hagas esto”, “haz lo otro”, etc. Como recompensa después de una hora de libertad total tienen los retratos de sus hijos tal y como son, auténticos y naturales. Se se trata de adultos, me fascina descubrir a cada uno de ellos, hablar, establecer este vínculo que es vital si quieres que la persona al otro lado del objetivo se relaje, se abra y que se consiga un retrato bueno.